viernes, 6 de julio de 2012

El Hada Mala

"Me quedaré contigo una noche más- dijo la golondrina, que realmente tenía buen corazón-¿Tengo que llevarle otro rubí?
-¡Ay! ya no tengo rubíes. Todo lo que me quedan son los ojos, son zafiros excepcionales (...)
-Querido Principe, no puedo hacer eso- Y la golondrina se echó a llorar
-Golondrina, golondrina, pequeña golondrina-Dijo el Príncipe-Haz lo que te ordeno-"
El Príncipe Feliz, Oscar Wilde

Iba una dulce niñita caminando por el bosque, dando saltos y recogiendo grosellas negras. Se sentía dichosa, su hermana la mandaba a recogerlas para hacer un pastel muy sabroso.
Cuando la pequeña Laura vio una preciosa flor de jazmín, se precipitó hacía ella con los ojos cegados de curiosidad, de pronto escuchó una voz entre dulzona y chillona que profería algo en un idioma que le resultaba desconocido.
De pronto un hada con el pelo rubio, una cinta blanca en el pelo y de escasas dimensiones se plantó frente a ella.
-¿Se puede saber que estabas intentando, idiota?
-Lo siento, yo vi una flor que quería y...
-¿No ves acaso que no soy una flor?
-Vaya... ¿Entonces que eres?
¿Qué voy a ser?¡Soy un hada! ¿Voy yo a tu ciudad y te toco el pelo sucio y mal cuidado gritando: ¿¡oh! una remolacha?
-Yo soy de un pueblo y mi pelo no es morado, hada...
-¿Ah si? Nadie lo sabe! a nadie le importa! Me llamo Miriam! no creo haberte llamado humana en ningún momento, ¿verdad?
-Bueno, me voy a recoger grosellas, lamento las molestias
-¿¡qué!? ¡No te vas a ir de rositas! Estos humanos, piensan que pueden ir al bosque, toquetearlo todo e irse
-¿qué puedo hacer para disculparme?
-Tu nada, yo te convertire en remolacha
El hada alzó sus manos, agitó sus voluptuoso cuerpo y Lucia se convirtió en remolacha
Entonces, el hada, soltó una carcajada, tomo un tamaño normal, se vistió con la ropa de la joven Lucia y se llevó la remolacha.
Caminó por el bosque, convirtió a un par de jóvenes en granos de café y prosiguió, llegó a un picnic, después de increparles les convirtió en harina, leche y levadura. A un pony que pasaba por allí le hizo horno y a un cactus le convirtió en carro de combate para cargar con todo. Así, iba el hada malvada por el bosque, con un enorme tanque y un carrito de la compra arrastrado por este. No había fin en el oscuro poder de la malvada brujilla.
Tenía un huerto enorme a la entrada de su granja, cogió un grano de café, una hoja de remolacha, un poco de harina, de levadura y tiro un poco de leche al suelo
Alcanzó una casa de mazapán y entró, la remolacha fue machacada brutalmente hasta convertirla en azúcar-tengan en cuenta los lectores la fuerza que tuvo que aplicar- después comenzó con un bizcocho usando a los humanos que había convertido en alimentos, hizo un cafe con leche y salió al patio. Allí espero a que se hiciera el bizcocho tomando su café al modo humano, no es como un humano, sino café de humano, pero se lo bebía colgada de un árbol.
Cuando sonó el horno, apuró su bebida y se fue al bosque donde había encontrado a Lucía, allí comenzó a silbar y las grosellas a agitarse, de pronto se convirtieron en humanos que la abrazaron, ella les dio el bizcocho y volvió a su casa, había crecido un enorme trigal, un huerto de remolachas, una parcelita con hongos y tres vacas lecheras, allí se encontró a un joven asilvestradoordeñando a sus vacas, le convirtió inmediatamente en una zanahoria que plantó en el huerto, la mitad de la zanahoria la usó para hacer un bizcocho con lo que había sobrado del anterior, destransformó a todas las especies de su jardín que la miraron con amor y se lo dio. Después, volvieron a su forma vegetal.

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