jueves, 31 de marzo de 2011

Somos una casa

Muchas veces vemos una casa por fuera y decimos que es bonita o que es fea, pensando que por dentro, será como pensamos en nuestra mente, pensamos pues, que una casa bonita por fuera será siempre bien ordenada por dentro, un edificio cochambroso estará por tanto a ser una casa horrible en su interior para nuestra mente... Quizá nuestros prejuicios nos hagan ver con envidia y nos hagan decir que alguien con un edificio bonito no será capaz de mantener bonito el interior de esa casa. O pensaremos, que alguien que tenga un exterior feo lo intentará enmendar con un interior bien decorado y con buena luz, sin embargo, no podremos saberlo hasta que esa persona nos de pie a conocer su hogar.
Mostrar el interior de nuestra casa, sea abrir nuestro corazón, nos muestra en todo nuestro esplendor, cuando ese interior se abre de manera premeditada será siempre una fachada más a esa persona, pues no mostrará quien es, sino lo que piensa que queremos ver... Muchas veces queremos ver la realidad y se nos oculta pues es mejor conocer a medias... Ese tipo de pensamiento paternalista nos ayuda en esa impresion, pero nos oculta como es el mundo que nos espera, es decir, no nos deja ver esas cucarachas que lleva el piso.
Pero llega el momento en el que te muestras tal y como eres, el momento en el que amaneces en la casa ajena en medio del día y ves el desorden, pero no ves un desorden frustrante, sino enternecedor... Un "ordo ab chao" que te permite comprender todo ese ser, la organizacion de esa casa... El laissez faire de esa persona que nos encanta y que nos vuelve encantadores cuando se nos permite obrar con él.
Somos un hogar cuando se nos deja abrir las puertas
Somos una puerta cerrada para intrusos
Somos una llave sin cerrar para quien se le permite volver
Somos el frio de olvidar como abrir esa puerta
Somos el error de esa llave que no encaja en una mala noche
Somos la madera firme de las jambas
Somos esa manta que calienta y agobia
Somos esa ventana que renueva y resfría
Somos parte de una ciudad y la ciudad es gracias a nosotros
Somos el hogar de las personas que nos rodean
Somos la patria de nuestro dia a dia
Somos ese hogar alquilado o comprado
Somos estancia y transito

Somos todo y todo lo que resta por inventar

martes, 22 de marzo de 2011

¿Y si?

Y si ese dinero en pancartas, folletos, propaganda, webs, papelitos, sprays...
¿Se invirtiese en un banco de alimentos?

miércoles, 2 de marzo de 2011

Sopla

"La vida de un hombre no se mide por las veces que se cae, sino por las que se levanta"

Durante tu vida tropezarás con mil piedras, si te rindes, perderás la oportunidad de ver el paisaje que resta por andar. Piedras hay miles de millones, evitarlas es absurdo, simplemente queda asumirlas, asumir que están ahí puestas por alguien.
Esa piedra, puede hacerte caer, pero también puede ser el pilar de tu casa, puede ser un símbolo que te ayude a elegir, puede ser el bastón sobre el que te apoyes cuando estés cansado, puede también servir como arma arrojadiza...
Si no caminas no encuentras la belleza de las piedras, quien lucha solo valiéndose de su cobardía no es más que pura y llanamente simpleza andante. Son los que se acobardan, espectros que caminan sin rumbo más que su propio sentir al cual ni siquiera alcanzan a entender. Es lógico, el miedo es el combustible de la cobardía, el brazo derecho de la comodidad presente y el izquierdo del más insípido futuro.
En numerosas ocasiones tu serás tu único enemigo, el miedo a sufrir en el futuro nos lleva a blindar nuestra vida y evitar llorar mañana derramando lágrimas hoy... En ocasiones, para mi gusto, el "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy" es absurdo, ya que quizás mañana no deberías llorar.
Dicen que nadie lanza piedras contra su tejado, pero es falso, incluso sabiendo que tenemos un tejado de cristal seremos tan imbéciles de lanzar piedras que puedan dañar nuestras propias cabezas.
Y si, el ser humano puede ser extraordinario, pero en muchas ocasiones es el término gilipollas el que más debe resurgir como cumplido.
En contraste a todo ello, puedo decir que a veces de pronto te das cuenta y dices "¡sopla yegua! ¡mañana será mi día!". Es el mismo momento en el que te das cuenta, voy a pensar un ratete en mi y en el entorno se de QUIEN preocuparme, pues ahora mis bienes no aliviaran mis males.
"Nadie va a venir a sonreir por ti [...] cada día puede ser extraordinario" Cada día que pudiera ser extraordinario no será más que una frustracion si no lo afrontas con ganas.

En esta entrada abuso de las frases de otros y como tal no puedo acabar sin decir algo

"A la sombra de mi sombra
me estoy haciendo un sombrero
pero voy a dejar de hacerlo
y voy a luchar con dos huevos" Manuel Chinato