sábado, 29 de octubre de 2011

De Perfección y absurdez generalizada

"Se que no soy perfecto ¿vale?, no me torturaré más por no serlo"
No ha sido una de esas tarde noches productivas en el sentido más estricto de la palabra, pero por gajes del destino he acabado enlazándome a un grupo de "indie-'rock'", no entraré en el como, el porqué y demás detalles superfluos que me han llevado a algo así, pero como dice Ed Norton en The Fight Club: "I felt like destroying something beautiful "
Estoy segurisimo que resultará sencillo ser alguien torturado con la vida completamente solucionado, un pobre joven casposo atormentado como los que abundan hoy en día. Jóvenes que se aglutinan en puertas maquillados con unos atuendos hechos de forma estándar, marcados previamente definidos hacia una identidad única, una mala copia de las tendencias europeas previas... mala copia pues no es más que eso, es como la versión española de "urgencias" y una copia pues todos visten igual y se dejan la identidad en la comodidad de vestir como mandan los maniquies de una tienda, pero ellos pueden presentar más personalidad que la infinidad de clones que abundan y se reunen en las noches de Madrid, una ciudad que da pie a la imbecilidad, a la desidia y al más puro mal gusto cedido por lastima hacia una heredad que no presenta más que gomina y falta de exactitud.
Hace unos años hablabamos de plaga de gorras, pero ahora se puede hablar de plaga moderna, es difícil encontrar un reducto de personalidad propia... la gente ya no busca encontrar un estilo propio, pues Pull & Bear te lo vende hecho...
Hoy es uno de esos días de rabia donde los niñatos que se consideran la perfección de una sociedad con ausencia de autocrítica y sin más moral ni valores que los que le otorgue su pequeño colgajo... sociedad en la que no cuenta a quien hayas dado un abrazo sino quien haya agarrado tu falo...
Sociedad que da asco y no deja de repugnar, sociedad prejuiciosa que sitúa a toda amalgama musical en la misma bazofia... sociedad con falta de pensamiento como para aceptar que otro puede tener razón
Madrid Cosmopolita, me das asco

Estrellas, nubes y un colibrí

Levanta los ojos al cielo, por la noche todas las estrellas son iguales, pequeños puntos estáticos que no empezarán a tomar una iniciativa hacia un nimio movimiento.
Ellas son enormes, pueden permitirse ser dolorosamente firmes en sus ideas y no moverse de su posición mientras las miras. Son estrellas no? son preciosas y todo el mundo las admira, pueden permitirse ser estáticas, ser calmadas y caracterizarse por su quietud. La gente las ama y las envidia por no poder estar cerca de ellas, por eso una persona normal no podrá caracterizarse ni medirse por el mismo canon... Alguien cercano, que sea callado, estático y calmado puede ser tachado de aburrido e inmóvil, de obcecarse y de ser un estrecho de miras.
Nunca quise ser estrella, envidio a las nubes. Las nubes son etéreas, están ahí y de pronto desaparecen, no paran de moverse, las ves muy firmes, pero a los veinte minutos formaran una imagen totalmente nueva... eso son las nubes, felices, itinerantes y con ganas verdaderas de conocer el mundo.
Siempre hablo del mito de una tribu mexicana prehispanica, en la que, según el mito cuando tu vida se acaba, es ese fin el que hace que sepas cual será tu vida más allá. A los guerreros y las embarazadas que morían en sus batallas por la vida, tras su muerte les esperaba ser colibrí, un colibrí que fuese acompañando al sol desde el amanecer hasta el ocaso, recorrer con el sol todos los rincones de la tierra, ver a personas de diferentes lugares, de diferentes lugares y cada cual con sus sentimientos de amor, entusiasmo, dolor y desengaño.
Con una vuelta al mundo comprendiendo esos problemas, se podría hacer la canción mas bonita del mundo, pues si hay algo en común es que todos tenemos corazón, más de piedra o más de carne, pero todos lo tenemos y encontrar las 7 diferencias siempre es la opción fácil

sábado, 22 de octubre de 2011

y desaparecerá de forma súbita

¿en que se parece Madrid a las mujeres?
La señora Coral Clapton me ha retado a una comparación y desde luego que la haré!
Madrid es una ciudad, las ciudades son espantosas aberraciones realizadas por el antojo del ser humano, hay ciudades más bonitas (Londres) y ciudades más feas, (León, Madrid...)
Igual que las mujeres, normalmente son un ataque a la mente de cualquier hombre, un cúmulo de incongruencias fatalmente escogidas, falsas espectativas, regalos de sonrisas en saco roto, más incongruencias, algunas más. Ya digo, normalmente hay mujeres que ofrecen menor problema a esos dilemas, las llamamos "amigas", pero para sus novios son exactamente iguales que el resto de individuos de esta gran especie.
Pero Madrid, León, las mujeres complicadas y las mujeres sencillas se tornan perfectas en la lluvia.
La lluvia saca lo más bonito de Madrid, permite que puedas mirarla a los ojos sin pudor alguno, caminar por Gran Vía y sentirte parte de un montón de átomos que componen un sistema perfectamente tejido, ser como una célula en el cerebro de un ser humano, ser neurona dentro de esta ciudad con mucha masa encefálica perdida.
La lluvia, me deja acariciar Madrid como si fuese la primera y la última, me trae olores de felicidad, añoranza, sensualidad en sus rincones... El agua normalmente limpia todo, pero en Madrid saca su esencia oculta, lo que llamarían mierda, yo lo llamo diferencia y calidad, pero es necesario que llueva.
Del mismo modo
Una tarde con alguien que se te hace pesada, que no es más que una borde, que no sabe más que contradecirte puede tornarse la mejor tarde del mundo bajo una lluvia que traiga un punto de fragilidad... Esa lluvia acentuará sus rasgos, su pelo húmedo se te tornará lo más sensual, el agua cayendo delicadamente por su rostro hacia su cuello será la protagonista de tus noches y tus días... Olvidarás toda su complejidad, olvidarás todo el daño que te ha hecho o que te pueda hacer, no recordarás que no debes hacerlo y en tus antojos se posará el deseo inamovible de tomar prestados esos labios solo por un día.
Entonces la besarás, buscarás en sus conversaciones el principio y el fin, sera tu Alpha y tu Omega, sus ojos un destino hacia el cual dirigir unos pasos plegados de esperanza... El agua sobre su tez convierte sus rasgos en lo más perfecto de tus días.
En ambas se llega a la pregunta, si solo te gustan cuando llueve, realmente solo te gusta la lluvia, cuando algo las mueve hacia ti, pero en ese momento, con ese mediador sabes que podrás encontrar instantes que duren toda una vida.
Sin embargo, cuando la lluvia cese tus encantos se deslizarán como el agua sobre tu barba... despacio al principio hasta formar una gota en un pelo, que termina precipitandose de súbito contra un suelo que no la va a aguantar nunca más.