"Se hacen puertas y ventanas en la casa
y es el vacío el que permite habitarla"
y es el vacío el que permite habitarla"
Dao De Ying, Lao Tse
Era un espacio acotado, todo era pálido.
La habitación era blanca, la mesa era blanca, las sillas
eran blancas, el suelo era blanco.
Los dos se situaban uno frente a otro, uno con esmoquin y
chistera, al otro lado capa y ala ancha... Sobra decir que blancos
Ambos se miraban, el tiempo no importa en esta historia...
Importaban ellos, los hechos, los segundos juntos, las verdades, lo oculto, lo
que se dice y sobre todo... lo que queda por decir y que nunca se dirá.
La persona de la chistera tomaba té, el del bombín un
líquido que no se prestaba a un análisis superficial, un tono ámbar oscuro con
ligeros tintes rojos.
Bombín: Muchas gracias
Chistera: Lo hice porque deseaba hacerlo
B: Aún así, muchas gracias
C: No va conmigo ir en mi contra, bueno, aunque a veces hago
excepciones.
B: ¿Perdone?
C: Queda usted perdonado, caballero
B: ¿Pedirle perdón? ¿Por qué habría de agacharme así?
C: Realmente no lo sé, la culpa será mía entonces
B: No hay culpables en un malentendido
C: Siempre encuentra quien busca
B: Mas, ¿quién va a buscarlo ahora?
C: Yo llevo un rato
B: Habré hecho algo entonces
C: No se culpe eminencia
B: ¿Se está usted riendo de mi?
C: ¿Ve? de aquí vienen los malentendidos que nos golpean,
¿es mi culpa por ironizar o es suya por ser un cretino? Yo no encontraré
culpable, va dentro de nuestro ser.
B: Esta usted consiguiendo que me enfurezca
C: Soy yo
B: ¿Con qué fin?
C: Tan sólo sé que esta claridad está matándome
B: Se vuelve a justificar
C: No necesito justificación, puedo hacerlo... Al fin y al
cabo me debe las sonrisas de su esposa.
B: Por ello vine a darle gracias.
C: Es comprensible, yo debo agradecerle a usted que me
alumbre de luz entre tanta claridad que tanta pureza no es buena para hombres
tan oscuros.
B: Si odia usted el blanco ¿por qué viste de ese color?
C: El ser humano busca deslumbrar y a unos les cuesta más
que a otros, la experiencia nos lo explica en la razón de que usted esté aquí.
B: ¿Insinúa que no sé satisfacer a mi esposa?
C: Antes o después va a utilizar el revólver y teñir todo de
rojo, no podía morirme sin decírselo
El caballero del bombín hace una mueca, agita sus labios
fruncidos, retira la silla, se pone en pie y encañona al señor de la chistera.
B: Yo no soy el señor Bombín, sólo vengo a darle las gracias
por hacer feliz a su mujer.
C: Ya le dije al principio, que no tenía que agradecerme
nada, pero que me regale un pedazo de metal es algo tan bonito...
B: Acaba de decirme que quiere cambiar el color de esta
habitación, yo le daré nuevas tonalidades.
C: Lo sé, pero como regalar colonia, chocolate o ropa...
Pintar la casa de una persona es muy arriesgado y entrometido.
B: Pues a ver cuál es su opinión sobre esto.
Tras eso, una gama de colores aderezó la habitación, la
chistera rodó por el suelo, una melena negra salió de la chistera, sus ojos se
tornaron completamente oscuros, su sonrisa se hizo más ancha y el suelo quedo
como un collage. Un collage de sangre, sesos, té, pelo, golosinas y chocolate.