domingo, 1 de octubre de 2017

Qué voy a saber yo

Hace poco leí que el mejor día para dejar a alguien es el viernes, teniendo el fin de semana por delante, podrá reposar sobre sus amistades, su familia o llorar en soledad.

Quiero destacar algo de ello; hay gente tan sádica ahí fuera que piensa qué día es mejor para dejar una relación, eso implica que esa gente ha barajado todos los días y habrá elegido el qué peor les parece para dejar a alguien, imaginando todo el dolor que causarían a la otra persona. Wow, sabiendo que hay gente ahí fuera pensando esas mierdas, el celibato no se antoja tan descabellado, ¿no crees?

Hay que discernir un elemento, nos harán daño, siempre, es decir, lo de que "el bien te quiere, te hará llorar" no es un mito, hay iluminados afines a Mr. Wonderfull que dicen "que quien te quiere no te hará llorar, tócale el culo, jiji, tengo 13 años mentales", bueno, son imbéciles. Esa persona no se dará cuenta de que te hace daño con determinada actitud, la diferencia será la capacidad de comprender lo que te hace daño, si piensa que no te hará daño que tome algo con sus amigos o si piensa que no te hará daño descubrir que es un asesino en serie con muchas ansías de violentar sexualmente a machos cabríos. La tolerancia es importante, pero follarte a ese animalico seguirá siendo ilegal.

Imagino que, si cada vez alguien ha dicho "Isra es un capullo" hubiesen tenido que donar 10 euros, ahora mismo me estaría encendiendo un cigarro con billetes de diez (pensabas que iba a decir billetes de 500, pero a ver, si me paga la gente de 10 en 10, no me van a llegar billetes de 500... joder, quizá sí), pero eso, si alguien me hubiera donado dinero cada vez que dice que soy un capullo ya tendría que tener cabeza de rosa hace demasiados años. ¿realmente lo soy? pues no sé, es bastante probable que sí, democracia y eso.

Intentamos ser la mejor versión de nosotros, pero no pensamos en si dejar un viernes está mejor o peor que dejar un martes tarde, que no caemos en la cuenta de que quizá nunca sea un buen momento y simplemente hay que dejar que sea un momento. Que quizá seamos el eco de nuestra memoria esforzándose por decirnos que somos imbéciles.

Que quizá el mundo sea muy aburrido o que quizá no queden causas para llorar por ellas, que quizá no seamos suficiente para nosotros mismos o que estemos demasiado colocados de ser muy grandes, quizá seamos poco y disney nos haya obligado a creernos alguien o que la vida pasa tan deprisa que a veces nos cuesta hasta respirarla, que quizá no nos acordamos lo que es sentir y es algo que nos han quitado. Quizá no tengamos que guardar nuestras ganas de decirle a alguien que es imbécil.

Que no deberíamos sentirnos culpables si consideramos que alguien es poca cosa para nuestras expectativas, pero que lo hacemos por inercia, pero siempre serán insuficientes.

Que quizá la vida este para vivir y sucumbir a la peor versión de nosotros mismos, que quizá todos los baches son retos para sacar una versión extendida y con comentarios del director de nuestra vida nominada al Oscar por vida ejemplar.

Que nunca sabemos cuándo no nos levantaremos después de un golpe y que mientras tengamos inercia tenemos la obligación moral, emocional y cultural de seguir luchando.

También somos los puñetazos que nos da la vida, no lo olvidéis.

Que si tu amor, tu lover, tu crush, tu follamigo, tu persona que estás conociendo, tu alma gemela, tu rollete de una noche, no es definitivo, no pasa nada, has salido de cosas peores, que si lo es, tendrás que luchar, que si lo pierdes tendrás amor, pero no será igual, nunca es igual. Que quizá no puedas creerme hoy por hoy, pero en ambos casos, dentro de un tiempo estarás aun mejor.

De todo aprendemos, y dicen que se aprende bien a golpes. Sobre todo si nos duelen bien adentro. Sobre todo si nos buscamos y nunca llegamos a encontrarnos. Especialmente si no nos perdonamos.