Todo en esta vida tiene solución menos la muerte, es una frase típica que todos decimos, pero hay algo peor que morir, ser un muerto en vida. Un corazón podrido por el egoísmo, la envidia y por la megalomanía. La muerte del que vive me recuerda al término de un filósofo actual "¿Hay vida antes de la muerte?". Al fin y al cabo nos movemos por objetivos, por algo que va a venir después y después por algo que vendrá tras el momento. La rutina nos gusta, aunque sea ir rotando de rutina en rutina nuestra propia rutina.
Y la vida al final resulta ser una serie de lamentos por no haber aprovechado oportunidades, de recuerdos que nos hacen pensar que fuimos felices, de orgasmos que no esperamos y todo ello en el marco del país que nos toque. Si nos gusta tanto la rutina, ¿por qué somos tan aficionados al orgasmo? El orgasmo, algo de lo que sólo intuimos la llegada.
No tengo mucho más que decir hoy, el ser humano es absurdo, pasota y tiende a denigrarse con opiniones banales.
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