martes, 11 de septiembre de 2012

Enseñanza

Había una corte que tenía mucho dinero, el rey quería que su hijo tuviese una gran educación y le mando a que fuese pupilo de un gran sabio de unas montañas de la región. Después de días buscando, tres pajes muertos y varios intentos de asalto alcanzó una pequeña casa en lo alto de la montaña más alejada del reino.
Había una habitación con madera por todas partes, las paredes eran de madera, las persianas eran de madera, el suelo era de madera, las mesan eran de madera y las cortinas estaban compuestas por ligeros listones de contrachapado unidos. En medio de la sala había un hombre en calzoncillos, era extremadamente delgado y con el pelo desaliñado. Su piel era oscura, como si fuese indio, pero brillaba con mucha fuerza.
-Te estaba esperando
El hijo del monarca se sobresaltó
-¿A mi?
-Eres el hijo del rey, ¿verdad?
-Si, pero cómo cojones...
-Estás en un lugar sagrado, no digas esa clase de palabras aquí dentro
-Perdone...
-¿Qué quieres?
-Mi padre me ha mandado para que me enseñe todo su saber, que le contrate como profesor. Se dice que es un hombre muy sabio
-¿Cuánto dinero tienes?
-Dos millones de dinares
-Dámelos
-Si, señor
Los pajes pasaron el dinero y lo pusieron en la sala, la madera del suelo sonaba, como llorando ante el enorme peso del precio del saber.
-¿Ahora que debo hacer?
-Despide a tus pajes, déjales libres.
-¡Largo! Sois libres
Los esclavos estaban alucinando, no pensaban que eso fuese a llegar nunca. Huyeron sin pensarlo dos veces.
-Ahora, siéntate a mi lado.
La pose del profesor era sumamente extraña, intento acomodarse a su misma forma
-¿Qué coño haces? Siéntate bien.
-Si, señor... ¿qué me va a enseñar?
-Te daré unas pautas
A) Nunca confíes en nadie
B) No muestres demasiado interés por algo que deseas
C) No te dejes engañar por alguien que parece muy místico y menos de sus ideas religiosas
D) Nunca des todo, será, sin duda, demasiado.
E) Si alguien te dice que prescindas de un bien propio sin conocerle absolutamente de nada... Desconfía, siempre es fácil exigir actitudes en otros
F) No intentes agredirme por la estafa
G) En lugar de ser tan intrépido, se más observador.
H) Vuelve a tu corte o tendré que matarte
El joven principe sacó su daga y se lanzó contra el viejo, éste salió de su posición natural evitando la puñalada, golpeó el suelo y la tabla que pisaba el príncipe se hundió dejando su pierna atrapada. Antes de que se diese cuenta, su real cuello estaba aprisionado entre los brazos del endeble anciano.
I) La ambición humana nunca supera a la inteligencia
J) No pagues por aprender cosas que puedes descubrir
L) La humillación y el orgullo se curan con buenas prostitutas y con alcohol, los cuellos rotos no hay opio que los sane.

1 comentario:

  1. Entran Lao-Tsé, un marino malhablado y un apóstol del éxito empresarial en un bar y... Bueno, varias copas, intentos de llanto, una pelea, "algo" relacionado con unos manteles y una botella rota... Y posiblemente saliera de allí algo como esto. Y, qué diablos, ojalá hubiera estado yo allí tomando notas.

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