martes, 15 de mayo de 2012

Le llaman Massel

Tenía el pelo azul y blanco, era un tinte muy extraño, le acompañaban unas Rayban de aviador,  zapatos blancos, unos pantalones color negro, una camisa aguamarina y un chaleco de cuadros. Era de estatura normal, rondaría los 30 y llevaba barba negra. A su espalda cargaba una enorme mochila rosa.
Se mezclo entre la gente y los festejos hasta llegar a un edificio, concretamente a su azotea. Allí, sacó un spray y se rapó al cero y se afeitó dejándose un fino bigote. Apenas le quedaba espuma para afeitarse, debería comprar más el próximo día que fuese a la droguería.
Se puso una americana sobre su chaleco después de ponerse una camisa blanca, sus pantalones fueron sustituidos por unos de color mostaza y sus zapatos por unas Converse negras. Tras eso encendió un pitillo, le fue dando caladas hasta convertirlo en humo y ceniza, entonces sacó otro y se lo encendió, a la vez sacó una mira telescópica, un rifle despiezado y una pistola de pequeño calibre. Armó su rifle mientras silbaba la obertura 1812 de Tchaikovski. Después se puso en la cornisa
-Vaya, espero que este tío no se retrase mucho, sino llegaré tarde a recoger a Raúl del cole... no aguanto a la zorra de su profesora diciendome a qué hora debo buscar a mi hijo. Si supiera que estoy limpiando este país de escoria no volvería a tratarme con esos aires. Joder, encima tengo que ir a comprar el pan, pasta de dientes...¡Vaya!, ahí esta mi ratita
El estilo del hombre al que iba a disparar era tan tradicional que matarle por encargo o por favor al mundo del buen gusto se le antojaba indiferente.
-Vaya, va con amiguitos... tengo que poner el silenciador y el cañon esta oxidado... ¡qué pereza!
Volvió a tararear su amada composición, pero se le cansaron los labios, sacó su ipod y se puso los cascos. Aleatoriamente sonó el Verano de Vivaldi.
-Es un clásico, cuando regalas música clásica siempre se acierta con Vivaldi... ¿se acertará entre dos ojos a 400 metros con él?. Venga jefe, quedate quietecito y no tendré que bajar a rematarte... 
El pez gordo se disponía a cruzar una calle en la que no había coches, era ideal, además estaba en el summun de la composición.
-Tiroriroriroriroririiiiiiii 
El retroceso estaba perfectamente controlado, los sesos del directivo se esparcieron por el suelo, no volvería a desalojar a nadie, no despedirian a más padres de familia por su capricho, no volvería a dar alegrías a su mujer, ni un beso de buenas noches a su hijo, ni el chofer que conducía tendría que llevarle a ningún lugar... Lo bueno, lo malo y lo regular relativo a su vida volvería a ser vida.
A aquel que llaman Massel se la pela, sólo necesita una foto, el nombre, una azotea, la pasta y estar recogiendo a Raúl antes de las 16:05.
Eran las 15:17, le daba tiempo a tomarse una cerveza en el bar de la esquina.
En su dispositivo ahora sonaba Broken Promise de Placebo, Massel bajaba las escaleras tarareando las notas del piano... Nada le preocupaba ahora
-Nananinanonanoni

No hay comentarios:

Publicar un comentario