El pintor se encontraba en su estudio
El lienzo estaba decorado con un marco que no era feo, además, el papel sobre el que pintar la historia tenía muy buena pinta.
Pero ese pintor no sabia que hacer, pues todo le parecía mancharlo.
Aún no había tocado el lienzo. No sabía ni como iba a ser el cielo
Entonces, apareció su amiga. Una señorita llamada Espontaneidad, tenía una relación duradera con Fugacidad, relación que duraba ya tres años y por la que nadie había apostado.
-¿qué pasa?
-¿cómo? Pues que no sé... No me sale nada
-¡Bah! eso es porque no te has puesto, ¡tontin!
-No sabes lo que dices, como es costumbre
-¡Uy, uy, uy! ¿Todavía sigues resentido después de tanto tiempo?
-¿Resentido?
-¡oh querido Inseguridad! ¡Resentido porque no te besase!
-Te crees el ombligo del mundo, no es una pregunta, es una afirmación
-Buah buah, eso es lo único que escucho en tus frases ¿Quieres besarme?
-¿qué dices? Eres un zorrón! Aprecio a Fugacidad como si fuese un hermano
-Bueno, él lleva cepillándose a Estulticia dos meses
-No te voy a besar, no quiero.
-Si quieres, peeeero ¡no sabes!
-No me vas a picar
-No, desde luego! te voy a besar y punto!
Entonces, la joven Espontaneidad le dio un beso muy ligero, fue rápido... o eso parecía, porque después, Inseguridad agarró su cintura y no la dejó escapar. No era la incongruencia más perfecta, pero era la incongruencia que en ese momento le hacía perder la cordura.
La posó sobre la mesa y empezó a despeinar... Después del furtivo encuentro, apareció la cordura y pudo separarla. Cuando recobró el aliento dijo
-¿qué mierda?
-Mira tu cuadro, tontin-La paleta se había derramado sobre el lienzo, el toda la gama cromática se había mezclado y daba un extraño color.-No todo es sol o sombra, no todo es tristeza o alegría... Para poder inspirarte sólo tienes que dar un paso
-No sé
-Claro, por eso Isra te ha llamado Inseguridad y yo he venido para ser tu ímpetu...
XIX Retorno a la espontaneidad
Corta con la sabiduría, rechaza la prudencia
y la gente se beneficiara cien veces.
Corta con la "humanidad", rechaza la “justicia”
y la gente recobrara la piedad y el cariño.
Corta con la habilidad, rechaza la ganancia
y no habrá ladrones y bandoleros.
Estas tres normas son externas e insuficientes.
Que tenga el pueblo lo que le conviene.
Muestra tu simple hondura y guarda tu naturaleza primordial.
Haz que tu "yo" sea más pequeño y limita tus deseos.
Tao Te Ching, Lao Tse
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