viernes, 9 de marzo de 2012

Carta a/l tú pasado

Hola, hace mucho que no hablamos, ¿no crees?

Siempre he pensado que las preguntas retóricas son absurdas, pero las sigo usando, es como esa persona que aunque sepas que no te conviene la tienes ahí, grabada a fuego. Como el tabaco, sabes que es malo, pero hay algo que te impide dejar de fumar de vez en cuando, como el alcohol, que te destroza por dentro, pero que te ayuda a no pensar en que está bien y que está mal por un rato.

Dejo los prolegómenos y me meto en tema, sabes que no me gusta empezar en frío, por eso he empezado por los cigarros y el alcohol, si bien antes no fumaba ni bebía era porque no había cosas que me llegasen a preocupar de esta forma. Ya no es el pensamiento de que algo pueda ir mal, sino el pensamiento de haber perdido el hilo conductor a toda una vida de errores subsanados. Cada vez que tomo una calada de un cigarro pienso "es la única forma de mitigar la ansiedad" o cuando bebo un sorbo de cerveza pienso "los problemas son pequeños ante una lente obtusa". Simples justificaciones que tú censurarías sin dudarlo. Si supieras que he hecho con el cuerpo que me dejaste quedarías escandalizado, viejo amigo.

Recuerdo aquellos días, los días en los que todo empezó a cambiar y te dejé atrás, dejé una parte de mí a raíz de algo que no debería haberme afectado, pero bien sabes que desde que coincidimos ese día hace 2 años los dos somos algo tendentes al dramatismo, nos encanta exagerar, a ti te encantaba, ¿no es así?. Por desgracia no es una pregunta retórica, es una pregunta real, no recuerdo como eras.

¿Recuerdas cuando decías que ibas a dirigir una empresa y que no te iba a importar una mierda nadie más allá de los tuyos? Pues lo siento, pero dentro de unos años, cuando te escriba, seguramente te diga que he tenido mucha suerte de ser profesor. O quizá Futuro me traicione. Quería pedirte perdón porque he roto con todas tus ambiciones más bizarras, me he convertido en una especie de intelectual pedante, he abandonado el antiguo estilo y ahora soy una nueva persona. ¿cómo se come esto? Pues ni yo sabría describir como he degenerado, aunque la gente me dice que estoy muy mejorado, es una putada para ti. Tan orgulloso con tu gomina y diciendo que a los 24 te raparías el pelo al cero... Lo siento, pero me quedan unos añitos más de pelo. ¡Ah! ¿recuerdas que te afeitabas todos los días? pues en eso también he hecho algunos cambios. Ahora llevo perilla o barba, según se tercie el día.

Aprendí cosas nuevas inmediatamente después de tu despedida, entendí finalmente algunas cosas sobre las mujeres, aprendí más de la amistad que de las relaciones y entendí que luchar por un sueño es más placentero que aplicar las matemáticas al destino. Gracias al cielo (eso te lo explicaré en algún momento, pero me vas a matar...) entendí que el hedonismo no es para este cuerpo... Me descuide bastante, pero cultive el interior como llevabas tiempo sin hacer. Aunque reconozco que apenas recuerdo nada de Keynnes, pero eso lo solucionaré leyendo un poco sobre él y Ricardo. ¿te parece buen trato?

Pero no todo es malo- a ver que te vas a pensar- ¿recuerdas cómo querías cambiar el tema de tus celos?, pues los he superado, me ha costado mucho tiempo y muchas tonterías, pero está superado, aunque a veces pienso que no querías resolverlo, disfrutabas siendo así, ¿me engañan mis recuerdos?. También he conseguido ser menos rencoroso y aprender a calcular menos las consecuencias cuando actúo, lo censurarías por completo, pero me encanta. He cambiado un poquito lo de manipular a la gente, pero me dejaste una gran tarea cabronazo. No miento y apenas juzgo a quien me rodea (sólo cuando el instinto salta, sabes bien lo que tira). He seguido entrenando con menos insistencia, pero he seguido y me encuentro mejor. La edad empieza a ser una putada y mis defensas empiezan a ser una verdadera mierda... Ahora me doy cuenta de que tu no decías tacos, pues yo llevo 2 años recuperando esa costumbre.

Lo más notorio y por lo que te escribo es porque he entendido que puedo perdonar, no perdonar en plan chorra como perdonábamos antes, sino a perdonar de corazón y mi empatía ha alcanzado grados demasiado altos. Soy menos nenaza, apenas he vuelto a llorar. Y lo otro por lo que te escribo es porque también he comprendido que en algún momento podré dar todo de mi mismo por otra persona, quizá no este año, quizá no el que viene, pero he entendido que llegará y que tener prisa es una putada para ello. Puedo decir desde hace un mes y medio que tengo paz en el corazón. ¿recuerdas lo que leíste de Adam Wats sobre el Tao? Pues lo he acabado de comprender, ahora todo está bien en nuestro interior.

¿Me has pillado? supongo que sí, no eras tonto. Esto es una despedida, el 90% de lo que eras se ha ido, Umais, lo siento... Pero nunca volveré a ser esa parte. He descubierto mis errores y tú eras uno de ellos.

Un abrazo, de los que no dabas por miedo.

Un beso de los que dabas sin importarte quien sufriera.

Un saludo de los que dabas despreocupado.

Una mano de las que echabas sin tener que hacerlo.

Una cordialidad que no quiero que vuelva por aquí


No hay comentarios:

Publicar un comentario