sábado, 2 de febrero de 2013

Disertación

"-Se nota que escribes desde el corazón
-Sabrás tú qué queda de eso entre mis costillas"

"-No puedes comprenderme, estoy rota
-Podría darte clases, enseñarte cómo suena un diafragma cuando se astilla por sentir demasiado fuerte, después como se convive con ello, y de pronto que explotase tu tórax con la única garantía de que sigues viviendo por lo mucho que te duele el pecho en mitad de la nada de un verano... Y aún con eso, te faltarían décadas de angustia para comprenderlo... Pero qué te voy a contar, si aún no sabes lo qué es la angustia"

Y hace tiempo que superé las luchas entre los sentimientos y la razón, entre un corazón que luchaba hasta la taquicardia y una razón que me gobernaba hasta la embolia, entre un alma y un raciocinio, entre un beso y un hasta luego. Qué más dará, mañana seguiré sin mostrarlo abiertamente, sus peleas fueron algo odioso, las victorias eran pírricas y nadie se conseguía imponer, no es que fuesen igual de fuertes, no, es que eran igual de débiles. Y un día decidí que se había acabado, que bastaba de sentir tan fuerte y de pensar tan tonto, apunté directamente a mi estómago con canciones de Manos de Topo, apunté a mi frente con reflexiones de Wilde, señalé a mi corazón con la lógica de Sartre y puse mirando cara a cara a mi razón contra lo onírico de la Metamorfosis de Kafka. Nos sentamos los tres y firmamos una tregua, entró ese cigarro de la discordia, el que firma la paz entre el sentido y el sentimiento. Y es que nadie es capaz de discernir cuando tiene una muerte cerebral, y es que los corazones no funcionan igual cuando están fibrilando.

Siempre os he hablado de que se llevan a guantazos desde hace tiempo, pero bueno, la razón fue simple, un día, quien intentaba mezclar la razón y el sentir, comprendió que las medias tintas no van con ellos... Amores irreconciliables, nah, tampoco tanto, se quieren, se desean, pero no hay quien les junte en una sala. No son personas, nadie es puramente alfa o beta, sino que el fuego es capaz de arder en cualquier sitio y en cualquier hora... Un día comenté la combustión espontanea, y a ellos les encanta explotarse con prejuicios y guerras que no llevan a vencedores, sólo a vencidos. Entonces el alma decide vetar la lucha, es el tercero en esta pugna, el que suele tener razón sintiendo más fuerte, el que cuando dos están luchando por ver quién tiene la razón les dice que ninguno se equivoca, que si no pueden elegir qué es mejor, es porque ninguno está equivocado, el que aboga por la fuerza de sus sinergias, y el que rechaza las dudas del absurdo del caos.

No nos malentendamos, mis guerras han enterrado un hacha de guerra, pero el alma es algo ambiguo, es ese ser que siempre ofrece consejos sabios, pero que suele estar colocado, nadie le va a tomar en serio demasiado tiempo, por eso intento dar nicotina a sentido y sensibilidad.

Follémonos a la lógica, mandemos a la mierda al sentimentalismo, olvidemos las ralladas y sigamos con eso que algunos llaman "vivir", para existir ya tendremos tiempo cuando vegetemos, ahora no podemos elegir pasar por la vida... Llamadme loco, yo me agradaré diciendo que no hay más idiota que quien decide no superarse...

Y no, la vida no es "querer es poder", no nos engañemos, la vida es más curiosa cuando comprendemos nuestras asíntotas. "Prefiero ser un soñador a un amargado", otro miope cerebral que no es capaz de superar el blanco y negro. Muchas cosas son derecha o izquierda, pero las que merecen la pena exigen de saber abrir un camino por el medio

Y por Dios, no os quejéis tanto, siempre podríais estar peor, sentir es divertido, pensarlo entretenido, vivirlo inigualable. No hay vida en quien no siente

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