miércoles, 3 de abril de 2013

Charcos

Eh, eh. Dicen que ha llegado la hora de sonreír más allá de las fotos.
Hoy nos vamos a reír, en mi cuaderno de bitácora el corazón y la razón firmaron una tregua, el corazón dijo que deponía las armas y la razón abandona las continuas declaraciones de guerra
Y si todo el rato toca disparar dentro de los antiguos puntos de vista yo tengo una pistola, y está cargada contra esas pretensiones, juicios y miedos a vivir, para conseguir la paz tendré que cargarme a un par de esos enemigos. Mi paz siempre ha requerido sangre, y quedará bañada por las lágrimas de sus súplicas, pero ya nunca por las mías. Se acabaron conjuntamente ruegos y llantos, nada hicieron por mi un corazón lacerado y un pulmón algo contraído. Eh, pero tenemos que sonreír, las heridas se hacen cicatrices muy sexys y los pulmones trabajan mejor cuando tienen que expulsar tanta nicotina.
Me falto valor y valía para ser diástole, porque con encogerme hasta que pasase el vendaval solía ser suficiente para mi maltrecha conciencia, pero quién va a salvarme de mi mismo... Quién arruinaría su cordura por rescatar la mía que permanece continuamente dormida.
Esto es la oda que siempre he prometido, esta vez no hay marcha atrás en la cabezonería del siguiente abstemio sentimental, sencillamente mucho que decir y sin madera para revivir recuerdos de un pasado enterrado en pozos que nunca fueron edificados. Todos sabemos que cuando no pones piedras para proteger unas aguas subterráneas alguien acaba cayendo y ahogándose en "ese puto charco" que podía haber salvado alguna vida. ¿qué os voy a contar de mis metáforas que no sepáis?
Venga, que hoy nos calcinamos al baño maría, que queme despacito y no culmine en despedidas, son feas y siempre nos dejan con cara de idiota bailando bajo la saliva de una lluvia que no nos quiere bien. Si cuando las nubes se besan miramos al cielo asegurándonos de que debemos abrir el paraguas deberíamos llamarnos voyeurs del romanticismo más trascendente, dejadlas vivir, ellas tienen derecho a unirse en agua que permita regarnos las ideas. Ojalá cambiásemos de parecer como lo hace el viento, sería todo más bonito.
En definitiva somos vivo reflejo de lo que sobreviven nuestros miedos, todos tenemos nuestro tiempo, y yo hace muchos cigarros que vivo en los descuentos, mis ideas y pensamientos son mi continuo 2x1.
Porque a veces buscarse a uno mismo es la guerra más cruenta, pensad en un campo de batalla lleno de antiguos Tú muertos en diferentes ocasiones, Tús que fueron más fuertes, que vencieron los dragones de tus inseguridades, que pelearon en las guerras mundiales de tus angustias, que encontraron unicornios en los que edificar tu felicidad... Todos ellos muertos en esa misión de encontrarse a si mismo... Y te ves, mucho más débil, mucho menos motivado, más desencantado y desengañado con el mundo... Pero extrañamente feliz, la diferencia entre esos Tús y tú, es que ellos iban cansados, tú sales fresco y a por todas.
Quizá es que dejamos de ser un problema y éso solucionó los quebraderos de cabeza, los sinsentidos y esos caminos que siempre acaban en los callejones más oscuros.
Quizá es que necesitaba alumbrar mi propia vida antes de poder llegar a ser luz en el lado oscuro del Himalaya. Pero a quién le iba a importar eso, a pocos nos gusta vivir donde ser nieve, la gente se obcecó en ser agua para poder fluir y regar jardines que no corresponden a la sencillez de un manto blanco.

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