domingo, 17 de marzo de 2013

Almas conservadas al vacio

En la clase de hoy trataremos las espirales destructivas neo-decadentes, si,si, de esas que todos hemos sentido o sufrimos en voz baja, esas que de vez en cuando toman las riendas y te dicen lo que tienes que hacer, lamentable situaciones en las que vemos que esas curiosas grietas de nuestro techo tienen su eco en los cimientos más asentados, si,si, no miréis extrañados, esa ponzoña que se te enreda en el pelo y huele a anhelos.
Esas grietas, son las que te llevaron a un viaje errático lleno de casualidades y de refugios momentáneos, de noches a la intemperie. También te enseñó el aullido de los lobos y los mensajes de los búhos.
Los gritos que susurramos o los susurros que gritamos, ya dejé de comprenderlos, qué se le va a hacer, es la desgracia del inconformismo sentimental. Que si, que si, que todo está bien, pero no aprietes mi esfínter lacrimal o voy a ponerlo todo perdido de gotas saladas, gotas saladas que fueron mermando mejillas hasta hacerse su propia rivera donde los salmones no se atreven a nadar.
Venga, venga, no seas tonto, ¡anímate!
Palabras comunes de consuelo que sólo quedan abocadas a un sinsentido grotesco de mayor calado, esto ya no depende de un acto y una consecuencia, sino de una vida tirada por la borda demasiado a menudo. Siempre dicen que la sonrisa es el espejo del alma y la lluvia el pis de los angelitos, ¿entonces las lágrimas son las precipitaciones que provoca la acidez anímica?.
Creemos teorías sin ninguna validez y después destrocemos nuestros sinsentidos contra los acantilados más barrocos, que el romanticismo pasó de moda hace 200 años y yo me quedé viviendo en mis angustias mientras busco provocar sonrisas opiáceas para quien quiera sentir de cerca la mentira más descarnada, pero si realmente no me importa la respuesta de un 90% de las preguntas, ¿qué os va a importar a vosotros lo que esconden mis dudas?
No vayan a preocuparse por mis disertaciones, tan sólo es pedantería y una llamada de atención de la corriente New Age de los suicidas sentimentales.
Venga, que empieza un nuevo día y nos sobrarán motivos para seguir adelante, pero nadie piensa en que para seguir andando hay que pisar sólido en un presente asentado sobre lodazales. ¿a quién le importa hacia donde orbitamos esta noche?
Dicen los nuevos pseudointelectuales que somos el tiempo que nos queda, yo digo que somos lo que el estómago del tiempo no se atrevió a digerir, los posos de un café que no llegamos a llorar y mortadela sentimental de las rupturas pasadas, todo ello conservado en una bolsa de desasosiego dentro de una nevera de indiferencia.
No creo que debamos conocernos, encontrarnos, crearnos... a nosotros mismos, sino buscar pilares estables en paraísos mentales donde nuestras libertades sean las únicas deudas que tengamos con nuestro corazón, si,si, olvidarnos de pagar los rescates del altruismo y centrarnos en portar nuestra maleta hasta encontrar a alguien a quien llamar hogar.
Breve me entiendo mejor.
En una frase: somos los restos no vendidos en el stock del corazón.
¿No me entienden? A ver si con Ottis...
Sittin' here resting my bones
And this loneliness won't leave me alone
It's two thousand miles I roamed
Just to make this dock my home

El sentimentalismo, las lágrimas no nos dejarán estar solos, pero cuando acabe ese camino, esas piedras, esos obstáculos, esas zancadillas, esos sentimientos en mal estado... Cuando pensemos que no podemos dar un paso más, cuando la vida y el simple hecho de vivirla aumenten la presión atmosférica, en ese momento, aparecerá esos abrazos a los que llamar casa, y el bastón que nos ha ayudado en los pedregales será el material que conforme las jambas de tu puerta.
Ahora dime, ¿De qué está hecho tu bastón?
¿De piedra? Que se quiebra cuando intentas alterarla
¿De paja? Que no puede sostener tu peso
¿De madera? Que mezcla lo bueno y lo malo de las anteriores

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