viernes, 12 de agosto de 2011

Observa, calcula, calibra, apunta y dispara

La nimiedad de lo infravalorado es lo que hace que el viento cambie su pose.
Podríamos encontrar cierta similitud en la vida de una persona con una barca en medio del mar, todo te rodea y algunos saben hacia donde van y otros no. A esto no lo denominaremos madurez, sino seguridad, la seguridad puede tornarse necesaria en caso de completa ineptitud del timonel... En numerosas ocasiones, los timoneles tienden a la prepotencia y el exceso de confianza y piensan que su capacidad de dirección supera a las inclemencias de una inmensidad que evidentemente les supera... Cuando un timonel se antoja inseguro no es una pose, es una exactitud, pues ¿quién asusta a sus marinos haciéndoles dudar de su capacidad de mando? ¿acaso no quedará como un mermado tocado momentaneamente por la suerte si logra salir de una tempestad?
Las manos del timonel deben ser más poderosas que un hielo que se derrita en Verano y más tangibles que el humo que se esfuma después de una calada sostenida.
¿Es acaso buen timonel quien titubea ante una orden? ¿es acaso buen timonel quien precisa delegar y después no admite los éxitos del subalterno que ha amainado la tempestad de sus marinos?
Podríamos compararlo con un teniente de escuadrón, si sus hombres no confían en el criterio de su teniente no obraran con seguridad y sus enemigos terminaran dándose cuenta para aprovecharse de una situación, de esta forma, al teniente se le antojaran como malvados sus enemigos, y no como más astutos, de esta forma les hará invencibles. Pues ningún teniente, por muy diestro que sea puede dar pie a la duda de su alrededor, sino siempre será vulnerable.
El teniente nunca deberá atacar con ansia de venganza, previsibilidad y de manera desorganizada, sino de manera temprana el enemigo sabrá que se haya en ventaja, pues el caos en una batalla provoca el éxodo masivo de la valentía de luchar a una. Buscará el sosiego, la calma y después tomará su venganza...nunca debe ser sangrienta ni desproporcionada, sino sus hombre le tomarán como un canalla y un asesino. Pero si debe ser dura y justa, sino sus hombres le tomaran por alguien débil e influenciable.
Un buen teniente conocerá a sus hombres, pero no les tendrá cariño, sino actuará con ansia de venganza ante su muerte y un teniente no puede ser humano en público, los tenientes no lloran hasta que acaba su contienda. Sus hombres deben respetarle, pero más aún sus enemigos.
Al teniente no debe preocuparle hacerlo bien, sino el resultado... No importa el corazón que hayan puesto en la batalla, no importa la dificultad, la justicia o la injusticia...sino quien queda por encima del otro... Tristemente, nunca hay vencedores, solo vencidos.
Si sabes que no eres capaz de llevar ese timón, asúmelo, pide ayuda y no seas un teniente orgulloso, pues los más grandes son los que desde más alto caen...siempre.

Gracias "El arte de la guerra", "El príncipe", "El mercader de Venecia", "Ajax", películas malas de acción y especialmente Mar Cantábrico

Creo que empieza a ser rutina descubrir que hacer el mal y odiar solo conlleva un gasto absurdo de energía que puedo emplear en cosas geniales...tengo que volver a agradecérselo a ese amigo que se mueve por todo el mundo y al que muchos temen "Mar". Odiar al mundo solo hace que el mundo acabe odiandote
" But I won't let this build up inside of me" Slipknot, Vermillion Pt.2


No hay comentarios:

Publicar un comentario