lunes, 26 de septiembre de 2011

Soy tu

Carolina daba vueltas en la estancia, tenía un miedo irrefrenable. El único símil que pudiera ajustarse a su realidad es el de un camello esperando su dosis de cocaína.
Empezó a ponerse realmente nerviosa, golpeó a un par de estanterías, las puertas se cerraban de forma súbita en la oscuridad de la estancia... Si, pues la luz también la dañaba... hacia recordarle que era real, la luz la traía de nuevo a una mierda de abrupto día a día, la luz le recordaba su segundo nombre, la luz era su... ¡RING!
El teléfono siempre jodía sus pensamientos, Movistar tenía cogido el punto a sus pensamientos ontológicos y sabía en que instante interrumpirlos.
"Vaya, número privado... Algún gracioso jugando a los espías"
-Si, ¿digame?
-Eres tú quien tiene mucho que decir- La voz del otro lado fue como la luz de la mañana... Dándole donde más duele... Por primera vez hubiera preferido a alguna teleoperadora latina
-¿qué quieres?
-reúnete conmigo en la plaza en 2 minutos
-No, estoy esperando a alguien
-Tu camello no va a llegar... Le hemos librado de sufrimientos, no volverá a tener una voz titubeante, como la tuya, ante la imposibilidad de conseguir una dosis... Esta en el mejor tratamiento de recuperación...
-¿Que mierda quieres de mi? ¿qué te he hecho?
-Has dejado una huella indeleble en mi... ahora me la cobraré gramo a gramo...
-¡Apenas se quien eres!
-Pronto recordarás... Soy el daño que has hecho a todas las personas que quieres, tus envidias, celos y prejuicios... Soy tu misma y la persona que deseabas no ser... soy en lo que te has convertido... no soy más que tu misma con men...- Carolina colgó el teléfono en ese instante...
Algo le decía que no abriese el armario, la misma voz que le dijo que dejase las drogas... Le hizo el mismo caso y abrió el armario... Allí estaba su camello habitual, en un cuadro completamente indescriptible... hacia rato que había dejado de respirar y hacer esa serie de cosas que acostumbramos los vivos...
Cayó en la cuenta de que hacía tres meses que no pagaba su linea de teléfono, que la mesa tenia los restos de un consumo reciente de cocaína y que las estanterías estaban rotas por un forcejeo y teñidas de un rojo pasional...
Fue al baño a mojarse la cara... cuando alzó la cabeza el espejo le devolvió una mirada burlona...
-¿quién eres?
-Soy tu, la protagonista de tus problemas.
Entonces se sacudió la cabeza y se puso de pie, había mucho que limpiar, ese cadáver no iba a desaparecer solo

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