domingo, 10 de julio de 2011

Las mesas de tres patas

Siempre he sido un negado para las matemáticas, pero recuerdo que en bachillerato encontramos el término λ pronunciado como "Lambda". Esta notación es aceptada como una serie de números que podrían cuadrar ahí. Según mis obsoletos conocimientos económico-matemáticos.
El tema al que quiero llegar es que hay ocasiones en las que encontramos que para conseguir un objetivo no hay una única respuesta. El ejemplo son las mesas:
Para que la tabla superior se mantenga con estabilidad, las tres patas serán necesarias,
¿y si transladamos esto a las relaciones?
Mucha gente podría decir que en una relación sólo son necesarias las dos personas que la conforman, pues voy a dedicarme a contradecirlo durante esta entrada:

  • Mario y Sophia son dos jóvenes de Barcelona, el es una promesa del mundo del teatro, no sólo es actor, sino también modelo, pintor y licenciado en económicas, pero absurdamente imbécil. Es como un bello jarrón de porcelana al que se le pone un par de girasoles dentro. Estos, llegaron a ser muy valiosos en su época, pero tras ser unos capullos comienza el principio de su fin, hacia un prolífico banquete para una serie de microorganismos que se lucraran de él cuando llegue el momento. Sophie es una extraordinaria modelo, rubia, guapa, ojos azules... Bueno, todo es verdad para Mario, pero en realidad es una prostituta que no confía más que en la marca de condones que emplea con sus clientes en una calle cercana a la Rambla.Llevan un año de relación, algo que empezó por puro sexo y que derivó en un desconocimiento pleno del uno del otro. Mario esta demasiado ocupado de si mismo en el gimnasio, Sophie demasiado ocupada de que alguna de las promesas de triunfar en una pasarela que le han hecho algunos fotógrafos sean más que las de pasarla por la piedra.
Vaya, que ejemplificación moralista, pero bueno, sigo:
  • Carmen y Diana se conocen desde hace dos años, son dos jóvenes que descubrieron sus horizontes en un viaje a Ibiza, ante el acoso de los "guiris" no les quedo otra que fingir su lesbianismo en un enorme estado de embriaguez, pero vieron que esas ganas de estar la una con la otra excedían las que tenían de estar con otras personas. Entonces comenzó un idilio que quedaría en su habitación de Ibiza, pero sabiendo que nada podría reprimirlas, sabiendo que nada puede frenar el torrente que desboca desde un sentimiento, el torrente de agua se convirtió en un sólido río que podía con todo. Esta relación si tenia una tercera pata para consagrar a las dos, se llama complicidad y va reforzada con resina de la más fuerte confianza y la necesidad de otra persona.
Estos dos ejemplos, han servido para que veáis que λ puede tomar el número cero y el infinito, el blanco y el negro... ¿pero que hacemos con la escala de grises?
  • Francisco y María se conocieron hace 28 años, tras un mes de relación, la pasión desembocó en la preciosa Diana que protagonizó nuestro anterior relato. Eran unos críos, pero había que apechugar con el calenton, que les traería caso 30 años de alegrías y desgracias bajo el mismo techo. Claudia y Norma fueron las que se sumaron a la alegría de la familia. Pero los pájaros empezaron a volar del nido y entonces la mesa que se había fortalecido comenzó a debilitarse, pero quedaba un cimiento que mucha gente considera endeble, el de la costumbre y la rutina, realmente es débil, pero Francisco le servía y a María también.
  • Enrique siempre fue un buen pelele en el instituto, era tan maleable como la mantequilla caliente frente a un cuchillo de metal, su mujer Carmé lo utilizaba a su favor y así lo empleo durante 18 años. Enrique estaba asqueado de su vida, planeando como lograr un divorcio en el que no se riesen mucho de él, tenia sospechas poco fundadas de infidelidades de su esposa. Hasta que por gajes de la vida, terminó teniendo relaciones sexuales con una prostituta asiática, en ese coito liberó toda la ira contenida durante casi 20 años. De esta forma, Enrique visitaba dos veces al mes a la que se convirtió en la tercera pata de esta relación sin saberlo. La joven inmigrante traída por una red clandestina de prostitución llamada Chi Yen y que apenas tenia 18 años. Eso le recordaba a Enrique que paralelamente a cada historia surgen flores bellas. Carmé pensaba que manipulaba al buenazo de Enrique, lo que no sabia, es que el buenazo de Enrique hacia tiempo que había dejado de serlo.
Aquí hemos mostrado que las tres patas no se acogen a reglas fijas, pero si hay puntos que convierten en inflexible el hecho de la relación:
  • Seguimos el paseo por la ciudad y encontramos a Carolina, es una divorciada de 32 años, ella solo quiere vivir la vida, su pequeño Iván no tiene ni 10 años y se debate entre la vida con su padre adinerado y su madre vivelavida. Ambos tienen una vida sexual activa. Andrés, no duda de tirar de cada una de sus secretarias con su encanto natural y económico, ella no duda de tirar de su encanto natural y sexual. Esta mesa tendría los pilares sexuales de ambas parejas unidos bajo el pequeño y sufrido Iván, pero ¿Serían una mesa válida?
¿Qué diferencia hay entre los padres de Diana y los padres de Iván? Ambos basan su relación interpersonal en 5 pilares que sostienen una mesa...
¿Qué puedo decir de todo esto?
  1. La vida no es una carga a delegar en pilares... La vida es un Carpe Diem que hay que saber medir entre disfrute y embestidas del día a día
  2. El amor no es matemático. El ejemplo de la infidelidad puede tener ese contexto, pero esto nunca hará que λ sea el limite de X/X cuando tiende a 0... Es decir, no tendrá una explicación válida para todos.
  3. El punto de vista exterior hace que no seamos capaces de empatizar, pero si pensamos en padres, amigos, tíos, abuelos... podemos hacernos una idea de como van estos ejemplos.
  4. A veces, es más feliz el que ignora su desdicha.

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