lunes, 27 de diciembre de 2010

Olor a gasoil

"Me doy de cabezazos contra el papel vacío:
ya importa poco el cuerpo que tomen las palabras
empeñado en encontrar un verso
que rime mis pisadas con la calle
-sinceramente cierto-
y cuyo ritmo sea como el chapotear de las gotas de agua.
Metáforas de caucho y de rodadas
me vienen a la mente mientras los intertextos
pueblan la vida de confusiones varias.

Me ahogo en tanto blanco, en tanto sinsentido,
luchando cada noche contra ese enemigo mortal
que es un papel sin nada
que siempre va conmigo, dando tumbos,
también en cada madrugada y que me hace insomne
como el llanto de un niño."

Francisco M. Ortega Palomares


A veces tenemos mucho, muchisimo que escribir.
¿Millones de palabras que decir, pero no sientes que merezcan la pena...total...quien nos leera? Cómo dice el autor de la composicion de arriba "el dia que estes muerto sabrás cuanto te quieren".
A veces no puedes más que sentirte idiota y que eso sea lo más loable de tu día, proseguir tu vida entre una carente de logica coprofagia de sentimientos enrededor que no hacen que te huela mal el aliento de mencionar que lo haces.
Una necrosis sentimental causada por la falta de interferencias interrelacionales que no pueden ser suplidas por susurros que genera el viento en espacios prohibidos que no serán resueltos al menos que los designios sean propicios...
Pocos entenderan de que hablo, mas yo me sirvo para entenderme...
Esto no es para que alguien lo lea, no es como el resto de publicaciones... Si has llegado aqui por accidente: en el resto buscaba explicar algo mas alla a partir de un yo mismo...esto no.
Es una mera fuga a mis problemas personales y a un día a día que no me es agradable donde abunda un sinsentido propio de la creacion y perversion de un lenguaje de aquellos que no saben mas que prostituirle y dar falso valor a palabras que para ti lo son todo y para otros no valen nada... Destruir barreras con susurros que acarician el viento y despues permitir la entrada de la heroina en las venas sin importar y sin dejar aparte la banagloria de lo absurdo cuando consigues algo para capitularlo...

La antipatia violenta lleva a algo más que profundo

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